EL CRISTO DE LA HUMILDAD, ÚLTIMA OBRA DE ANTONIO LUÍS TROYA

La talla se encuentra cargada de una gran fuerza y unción sacra.

El pasado mes de Septiembre concluyó su última el escultor nazareno Antonio Luís Troya. Se trata de una talla del Hijo de Dios, bajo la advocación de Humildad, que representa el momento en el que Jesús se dispone a tomar la cruz, realizada en madera de cedro policromada al óleo y mide 1'80 metros de altura. Su destino aún es un misterio.

La portentosa efigie desprende una gran belleza, expresividad y unción sacra. Su rostro dolorido contiene una mirada que toca el alma del devoto e invita a la oración, siendo una auténtica lección de catequesis. Está completamente anatomizado a excepción de los brazos, lo que permite apreciar las heridas de la pasión bajo la túnica que porta. Las gotas de sudor se entremezclan con las de sangre (que llegan hasta la corona de espinas) que emanan de su frente.

A continuación les mostramos una galería de la sesión de estudio, realizada por Alejandro Alguacil, que recoje todos los detalles del magnífico Cristo.


















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